FAMILIA CRISTIANA
Mi abuelo me contó que los inicios de la ciudad de Guadalajara eran del siglo VIII, que era una cuidad amurallada de la cora de Santaverria, en la marca media andalusí a orillas del actual río Henares y que poco después cedería el nombre a la cuidad. También me contó que el Califa Abd al-Rahman III visitó la cuidad  frecuentemente y utilizó el Alcázar como base militar por ser lugar de paso hacia las batallas con los reinos cristianos del norte de la península Ibérica. En el 920, durante la campaña de Muez, Abd al-Rahman III utilizaba el alcázar como base de operaciones para planear sus estrategias para las batallas.

Me dijo que la historia de Guadalajara es poco conocida más allá de estos hechos. Sin embargo es reconocible de esta época el puente del río Henares, el Alcázar, la base de la concatedral de Santa María (lo más curioso de esta concatedral es que está construida sobre una antigua mezquita) y la estructura urbana del centro histórico de la cuidad.

Mi padre me contó que el dominio andalusí de la cuidad fue de casi 4 siglos, hasta finales del siglo XI, pasó a manos de Alfonso VI de Castilla. Me dijo que la conquista de Guadalajara por el reino de Castilla se enmarca dentro del proceso de conquista de la taifa de Toledo. La ciudad fue protagonista de algunas incursiones de saqueo a cargo de Fernando I de Castilla a finales de los años 1050. Luego tras la caída de la taifa de Toledo, la cuidad corrió el riesgo de volver a ser conquistada por los almorávides en 1110 y 1113 tras el avance de sus tropas a partir de la batalla de Zalaca, y por los almohades en 1196, hasta que la batalla de las Navas de Tolosa en 1212 alejó definitivamente la frontera de Al-Andalus de la extremadura castellana. Y durante el reinado de Alfonso X,la protección del rey aseguró el desarrollo económico y la autorización de sus ferias y mercados.

FAMILIA JUDÍA
Me llamo Ismael y provengo de una familia de comerciantes judíos que vive en Guadalajara, voy a contaros la historia que me contó mi padre sobre cómo se vivía en Guadalajara antes, durante y después de la conquista cristiana.
Todo empezó con los musulmanes como gobernantes de Guadalajara. Mi abuelo tenía una pequeña tienda en el centro, vendía objetos hechos a mano, no se podía quejar pues le iba bastante bien. Un día entró a la tienda uno de los gobernantes musulmanes buscando un jarrón, le gustaron tanto los objetos que tenía mi abuelo que decidió ayudarle y encargarle a él todas las piezas que algún día pudiese necesitar. Gracias al favor del gobernante su negocio comenzó a prosperar, tanto que llegó a tener la tienda de antigüedades más importante de la ciudad. Gracias a esto nuestra familia gozaba de una buena posición social y nunca nos faltó nada.
Esta situación comenzó a cambiar cuando los cristianos y los musulmanes empezaron a luchar por Guadalajara. Al principio no notamos nada, tan solo había algunos enfrentamientos a las afueras de la ciudad, pero unos meses después las cosas comenzaron a cambiar. La situación se hizo más tensa y los combates llegaron a la ciudad. Había enfrentamientos a diario, y cada día se volvían más cruentos. Mucha gente fue asesinada y los que quedaron lo perdieron todo. Casas, tierras, negocios...Este fue el caso de mi abuelo, perdió su tienda y su casa; y dado que el gobernador estaba ocupado manejando su ejército no le pudo ayudar.
Finalmente, aunque los musulmanes resistieron todo lo que pudieron, los cristianos ganaron la guerra. A partir de este momento se produjeron muchos cambios para los judíos. No éramos aceptados por los cristianos ya que habíamos ayudado los musulmanes. A los que quedamos nos despojaron de todo lo que teníamos y nos obligaron a vivir en una pequeña parte de la ciudad, aislados del resto. No podíamos salir a ciertas horas y teníamos toque de queda. Tampoco se nos permitía trabajar por lo que nos veíamos obligados a mendigar para poder comer algo, pero con el tiempo hasta eso nos prohibieron.
Mientras todo esto sucedía, mi abuelo trataba de mantener a la familia como podía, pero harto de mendigar y malvivir trató de huir, pero le descubrieron y le encarcelaron por haberse saltado el toque de queda, y no lo volvimos a ver. Mi padre consiguió escapar y refugiarse de nuevo en la ciudad, allí con mucho esfuerzo consiguió sobrevivir y mantenerse, pero las condiciones eran pésimas, por lo que decidió escapar a Toledo para probar suerte. Una vez en Toledo, su situación fue muy difícil, no conocía a nadie y no tenía nada. Tuvo que seguir mendigando para poder sobrevivir hasta que un buen día, un judío se le acercó y le contó que él vivía con otro grupo de judíos a las afueras de la ciudad y que les iba bastante bien. Era una pequeña ciudad en la que vivían ellos exclusivamente y tenían sus propias leyes.
Al principio le acogió en su casa, y le dio trabajo en su tienda. Mi padre era bueno con los números y enseguida se ganó el respeto de todos de habitantes de la pequeña ciudad. Pasados unos años mi padre reunió el dinero suficiente para montar su propio negocio, en honor a mi abuelo montó una tienda de antigüedades. Cuando alcanzó una posición respetable en la comunidad se casó con mi madre que era hija del hombre que le ayudó al principio cuando nadie más lo hizo.
Con el paso del tiempo, la situación en Guadalajara se normalizo y las prohibiciones se relajaron. Mi padre echaba de menos su ciudad así que pasado un tiempo consiguió convencer a mi madre para regresar. Una vez en Guadalajara mis padres se fueron a vivir al barrio judío y abrieron una pequeña tienda, y al poco nací yo.
Ahora la situación es más normal, aunque quedamos muy pocos, ya que muchos emigraron, tenemos una vida bastante buena y próspera. La tienda de mi padre es tan famosa como lo fue en su día la de mi abuelo, que ahora es mía. Y aunque seguimos teniendo algunas restricciones y nuestra relación con los cristianos no es perfecta, nuestras condiciones de vida han mejorado mucho, haciendo que la vida en Guadalajara sea más fácil para todos.

FAMILIA MUSULMANA
/zoco.jpgDe pequeño mi abuelo me contó que él se dedicaba al comercio y tenía una familia normal y corriente a la que alimentar. Me dijo que él vivía en una casa de Guadalajara, cerca del Rio Henares. Guadalajara en esa época se llamaba ¨ Medinat al-Faray¨ y que posteriormente recibió el nombre del actual Rio henares: ¨Wâd al-hâyarah¨.
El me contó que vivía como una familia musulmana normal y corriente en un pueblo pequeño y tranquilo. Pero un día, el 22 de julio de 1035, los musulmanes comenzaron a pelearse entre ellos por el trono del califato de Toledo, donde se encontraba Guadalajara. Mi abuelo estaba en contra de lo que estaba ocurriendo, pero aun así el no podía hacer nada, solo era un pobre comerciante con su familia.
A partir de entonces, surgieron varias guerras civiles y había una política muy mala. Los toledanos al estar en desacuerdo decidieron ofrecerle el trono de la taifa de Toledo a Abd al-rahman ibn Dil- Nun, que le envió a su hijo Ismail al-Zafir para coger el trono de la taifa en 1035. Este fue el primer monarca de este linaje hasta 1043, luchando contra los cordobeses para mantener su independencia.
Más tarde mi abuelo se fue a comerciar a Zaragoza donde reinaba Sulaiman ben Hud Mustain. Al volver mi abuelo, Sulaiman ben hud Mustain fue amenazado de quedarse sin tierras por Al-Mamún de Toledo que reinaba la taifa de Toledo, con la ayuda de Fernando I.
Fernando I intentó varias veces apoderarse de la taifa, pero no lo conseguía, en aquel entonces, mi abuelo me contó que, cundo luchaban rompían muchas cosas y mi abuelo no podía comerciar, por que se quedaba sin productos y paso por una época difícil. Debido a ello, los toledanos, 20 años más tarde compraron la tranquilidad de Fernando I mediante el pago de parias.
Mi abuelo salía mucho de la ciudad para comerciar y su familia incluido mi padre se sentían solos y asustado, pero no tanto como antes con las guerras de Alfonso I.
En el año 1075 Al- Mamun de Toledo conquistó la taifa de Córdoba, que incluía Córdoba y Valencia, y con ese hecho se convirtió en el rey más importante de de la taifa de Toledo, y en ese mismo año fue envenenado en Córdoba y su nieto Al-Qádir asumió el gobierno de la taifa de Toledo (córdoba y Valencia).mi abuelo me contó que el asesino lo encontraron 2 semanas más tarde cuando él quería huir al extranjero.
Esta historia me la termino de contar mi padre, entonces mi padre tenía 18 años. Él me contó que los cristianos se fueron a Valencia por haber sido expulsados por Al-Qádir. Valencia se había declarado independiente bajo el poder de Abd Al-Aziz.
Mi padre quería ser comerciante como mi abuelo ya que no podía dedicarse a otra cosa. Mi padre comenzó a comerciar en 1080 y un día se fue con mi abuelo para comerciar en Cuenca, y cuando de repente vieron que Al-Qadir también estaba allí, y volvieron inmediatamente a Guadalajara para proteger a su familia, ya que el rey no estaba y Guadalajara corría el riesgo de ser conquistada. Fue entonces cuando Guadalajara pasó a manos del rey de castilla, entonces Alfonso VI, en aquel entonces lo pasaron mal con las guerras y no podían volver a comerciar hasta un tiempo, porque cuando luchaban rompían las vasijas de mi padre, y tenía que volver a fabricarlas.
Alfonso VI no consiguió Toledo luchando contra Al-Mamun, sino haciendo tregua con él, unieron los poderes para ocupar el trono de Castilla luchando contra su hermano Sancho II. Entonces, la taifa de Toledo pasó a manos de Alfonso I, cuando él accedió al trono en 1072.
Esa es la historia que me contaron mi abuelo y mi padre cundo tenía 10 años. Cuando tenía 23 años parecía que iba a ocurrir algo parecido a aquel entonces.
Cuando me contaron la historia mi padre y mi abuelo creía que el ser comerciante era muy fácil pero cuando tenía que vivir de ello entiendo lo difícil que es se comerciante, principal el despertarte a las 6 de la mañana para ir a otra ciudad e instalarte allí durante un tiempo.
Tras la caída de la taifa de Toledo, todo parecía estar bien, pero en realidad no era así, porque entonces la ciudad corría el riesgo de ser conquistada por los almorávides durante esos últimos 4 años: desde 1110 hasta 1113, por la batalla de Zalaca.
Esa es la historia y espero que no volvamos a pasar por lo mismo, hasta aquí he llegado y no parece que suceda nada raro.